ODA A MIGUEL DELIBES

De negro se vista Castilla,
porque su voz se ha apagado.
La palabra que desnudaba su alma,
a otros derroteros ha volado.

¿Quién mejor que tú,
supo dibujar su espíritu arcano,
si no fuera la pluma
de Quevedo o Machado?

Si Zuloaga le puso color,
Tú, su esencia nos has mostrado,
entre los dorados trigales
y el verde de la cepa o el chaparro.

Tierra que la vista su fin no alcanza,
cuna de hidalgas espadas y crucifijos,
de versos místicos y loables hazañas,
otrora sucia y desahuciada,
hoy día, por fin, esperanzada.

Llora y gime por la pérdida,
de uno de tus más claros hijos,
que en el corazón orgulloso

supo llevarte, y no perdió

momento alguno para ensalzarte.

Defensor audaz de tu paisaje,
loco enamorado de tu fauna,
desde aquí oigo el lamento
de tanto montero que ya,
le echa en falta.

¿Quién te cantará ahora,
cuando la calor apriete,
a la sombra del membrillo
la verdad limpia del amigo?

¿Quién narrará las mil historias,
de tu genio, raza y hastío,
cuando las primeras escarchas
nos anuncien la llegada del frío?

Carlos Mora Mesa