Llamadme loco, si queréis,
pero ya oigo sus pasos.
Con grandes zancadas
de populismo rancio se acerca.
La bestia que arrasara Europa,
el ogro que a niños engullera,
el cáncer que segó cerebros,
el lodo que apagó la esperanza.
Hambriento de años de espera,
en las sombras de las mentes simples
agazapado,
Envuelto en el verbo fácil,
con vestimentas de oro, rabia y odio
acicalado.
Corred, corred,
que ya llega;
o estad preparados,
si las fuerzas
de la vieja y racional Europa,
aún no habéis olvidado.
Alimentad el viejo pensamiento
decimonónico,
contra esta nueva cepa,
pues el virus es el mismo que antaño,
aunque de modernidad hiera.
Pobre Europa,
quien te vio y quien te viera,
madre del humanismo,
madrastra de la incongruencia,
del bello lenguaje te vistes,
de auténtica miseria es tu estrella,
un corazón que bombea,
sin saber a donde,
ni de que manera.
Volverás Europa a repetir la misma torpeza,
con sus mismas raíces,
con sus espinas, de la misma manera?
De nada te servirá la memoria,
que con sangre, dolor y lágrimas,
tus hijos escribieran?
Pobre Europa, pobre Europa…
Ahí, va, tan culta y preparada,
y a la vez tan necia.
Carlos Mora Mesa
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